Mundo-Rocío, Rocío-Mundo,...

Mundo-Rocío, Rocío-Mundo,
no se lo que te ha pasado,
ando, tal vez, despistado;
yo en lo que leo me fundo.

Y leo que, en los días estos,
andas triste y decaída,
porque tienes una herida
que te tiene sin arrestos.

Permíteme conjeturas:
tu niña esperaba un hijo,
y piensio, casi de fijo,
que tú tienes amargura

porque esa flor ansiada
que esperábais con amor,
se os ha trocado en dolor
y habeis quedado angustiadas.

Hoy os diqo que lo siento
y me permito animaros;
mi fé me lleva a explicaros
que,
sin obviar el sentimiento,

en nueva vida penseis,
y, mirando hacia el futuro,
pronto encontrareis, seguro,
la dicha que mereceis.

(Perdona, Mundo, si me he equivocado en mis conjeturas.)

Cariñosamente

Plazalagua.