Llevo unos dias observando
los diretes y los dimes
que, sin que nadie os anime,
en el teatro estais volcando.
Para evitar que el asunto
traiga mayor consecuencia,
Ciudadana y su paciencia
han intervenido a punto,
pidiendo que se retiren
determinados mensajes,
para, si ello se lograse,
-si aceptaran los que escriben-,
quedara límpia la escena;
pero esta feliz llamada
no se ve muy aceptada,
según observo, con pena.
En vista de tal postura,
a proponeros me atrevo
que se deje ya ese juego,
sin volver a la andadura
que a enfrentarse dió lugar,
y, como si hubiera sido
anécdota lo ocurrido,
volvamos a trabajar
con nuestras intervenciones,
en el Café de Levante
y que vaya por delante
abriendo los corazones
el mútuo mayor respeto,
para a nadie molestar;
sin que se deba olvidar
-y eso no es ningún secreto-
que no somos literatos,
y que cada uno expresa
con mas o menos destreza,
sus letras o garabatos;
pero eso sí, compañeros:
ponemos gran voluntad
y actuamos con lealtad,
del último hasta el primero.
¿Quereis atender mi ruego?
Hacedlo, esto es un juego;
-mejor si es antes que luego-.
¡Que no os pueda vuestro ego!
los diretes y los dimes
que, sin que nadie os anime,
en el teatro estais volcando.
Para evitar que el asunto
traiga mayor consecuencia,
Ciudadana y su paciencia
han intervenido a punto,
pidiendo que se retiren
determinados mensajes,
para, si ello se lograse,
-si aceptaran los que escriben-,
quedara límpia la escena;
pero esta feliz llamada
no se ve muy aceptada,
según observo, con pena.
En vista de tal postura,
a proponeros me atrevo
que se deje ya ese juego,
sin volver a la andadura
que a enfrentarse dió lugar,
y, como si hubiera sido
anécdota lo ocurrido,
volvamos a trabajar
con nuestras intervenciones,
en el Café de Levante
y que vaya por delante
abriendo los corazones
el mútuo mayor respeto,
para a nadie molestar;
sin que se deba olvidar
-y eso no es ningún secreto-
que no somos literatos,
y que cada uno expresa
con mas o menos destreza,
sus letras o garabatos;
pero eso sí, compañeros:
ponemos gran voluntad
y actuamos con lealtad,
del último hasta el primero.
¿Quereis atender mi ruego?
Hacedlo, esto es un juego;
-mejor si es antes que luego-.
¡Que no os pueda vuestro ego!