Querido amigo Aparicio: ¡Ni se te ocurra marcharte...

Querido amigo Aparicio: ¡Ni se te ocurra marcharte del café, perdiendo toda tu invesión, y dándote por vencido! A tí no hay persona ni circunstancia que te venza; en todo momento has estado al pié del cañón, aportando toda la buena voluntad que llevas dentro, para atendernos siempre como amigo, y ahora "porque no te salen los versos", te rindes. ¡De eso nada! El corazón ese tan grande que tú tienes, habla mas que las palabras. Háblanos con el corazón y exprésate en prosa ó -cuando quieras- en verso; como más cómodo te encuentres entre nosotros, tus amigos, que lo pasamos muy bien contigo.
Un fuerte abrazo.