Con tanto traer y llevar...

Con tanto traer y llevar
el jamoncito de marras,
poco tiene que quedar;
¡ni tapa para una jarra!

Y es que, Marisol y Juan,
no sé si en serio o en broma,
han organizado un plan
y, del jamón, no hay quién coma.

Excepto ellos, ¡no dudar!.
El, la convence con arte,
y ella, se deja embaucar,
y nadie, por nuestra parte,
el jamón logra probar.

Bueno, como del jamón,
solo quedará ya el hueso,
dejemos el culebrón
y hablemos de otro suceso:

El de doña Ana y Miguel.
Qué callada es nuestra amiga;
aunque creo que, al parecer,
no le importa que se diga;
porque, como dice ella,
solteritos son los dos.
Conque, para chica bella,
un galán prometedor.