Escapando del un aguacero,
voy pensando donde me puedo poner
a buen resguardo,
de repente recuerdo el cafe,
donde ayer tan buen rato pase,
la lengua se relame, pensando en el jamón
que tan alegremente saboree.
vuelvo a buscar la que yo creia discreta mesa,
pero observo en la clientela,
que tal mesa es mas bien indiscreta
púes los ojos se girán al ver mi presencia,
ayer una falsa penunbra me delataba
o seria quizas el brillo de mis ojos de gata
hay una mesa con el numero 7,
en ella habita, como si formará
de la decoración,
un señor que, su tez
surcada de arrugas
cuenta mil batallas vividas,
parece que espera, a alguien que quiera escuchar
los relatos de una entretenida e intensa odisea
en lo que incluye quizas alguna guerra.
ya se por bien nombrada que la tal camarera
se llama marisol, y veo que alguna
pasión va levantando, en los caballeros
que van llegando, no se si pa verla a ella
o para animar el cotarro,
ya que aqui veo que a parte de
vinos, cafe, y cerveza,
las noches deben ser de lo mas flamencas.
olor a azahar el ambiente va impregnando,
parece prodecer de una intelectual dama
que acaba de hacer su presencia
en este viejo cafe,
su mirada refleja gula,
parece que tienes ganas de comerse unas buenas tapas,
que la tal marisol le va a sevir con gracia.
un señor con pinta de galan,
con aires a lo arturo fernandez,
se acerca, y los 2 juntos,
buscan mesa, el la llama por el nombre
maria eloisa y pregunta que tal por sevilla,
ahora comprendo ese aroma,
que tan agradable hace a la vida,
y me recuerda lo bonita que es andalucia.
esto se va llenando, reconozco,
a misma clientela que ayer aqui se hallaba,
debén ser los mas fieles, de este cafe,
que algo debe tener que engancha,
ya que yo pienso volver,
el que quiera conversación con esta menda
aqui me sentare, para pasar buenos ratos,
de risas, pero no de llantos,
y ahora llamare a la camarera,
que hoy me ponga cerveza,
con jamón, queso, y mas viandas,
de postre una amena tertulia,
ya que tanbien hay que dar alimento
al alma.
voy pensando donde me puedo poner
a buen resguardo,
de repente recuerdo el cafe,
donde ayer tan buen rato pase,
la lengua se relame, pensando en el jamón
que tan alegremente saboree.
vuelvo a buscar la que yo creia discreta mesa,
pero observo en la clientela,
que tal mesa es mas bien indiscreta
púes los ojos se girán al ver mi presencia,
ayer una falsa penunbra me delataba
o seria quizas el brillo de mis ojos de gata
hay una mesa con el numero 7,
en ella habita, como si formará
de la decoración,
un señor que, su tez
surcada de arrugas
cuenta mil batallas vividas,
parece que espera, a alguien que quiera escuchar
los relatos de una entretenida e intensa odisea
en lo que incluye quizas alguna guerra.
ya se por bien nombrada que la tal camarera
se llama marisol, y veo que alguna
pasión va levantando, en los caballeros
que van llegando, no se si pa verla a ella
o para animar el cotarro,
ya que aqui veo que a parte de
vinos, cafe, y cerveza,
las noches deben ser de lo mas flamencas.
olor a azahar el ambiente va impregnando,
parece prodecer de una intelectual dama
que acaba de hacer su presencia
en este viejo cafe,
su mirada refleja gula,
parece que tienes ganas de comerse unas buenas tapas,
que la tal marisol le va a sevir con gracia.
un señor con pinta de galan,
con aires a lo arturo fernandez,
se acerca, y los 2 juntos,
buscan mesa, el la llama por el nombre
maria eloisa y pregunta que tal por sevilla,
ahora comprendo ese aroma,
que tan agradable hace a la vida,
y me recuerda lo bonita que es andalucia.
esto se va llenando, reconozco,
a misma clientela que ayer aqui se hallaba,
debén ser los mas fieles, de este cafe,
que algo debe tener que engancha,
ya que yo pienso volver,
el que quiera conversación con esta menda
aqui me sentare, para pasar buenos ratos,
de risas, pero no de llantos,
y ahora llamare a la camarera,
que hoy me ponga cerveza,
con jamón, queso, y mas viandas,
de postre una amena tertulia,
ya que tanbien hay que dar alimento
al alma.