Buenos dias, Marisol, un café bien calentito...

Buenos dias, Marisol, un café bien calentito
que como no hace calor
debo calentarme el pico.
Fíjate lo que ya digo,
pico en lugar de boca,
y es que el loro muertecito
ya me está volviendo loca,
que esta mañana, otra vez,
cuando salí de mi casa,
vi a su alma correr
volando de casa en casa,
pero a mi, que ya lo he dicho,
ni siquiera me miró,
¿será que el dichoso vicho
sabe ya quién lo mató?
Ya me voy conn viento fresco,
bueno, más que fresco calentito,
y lo que yo a ti te cuento,
Marisol, como en frasquito
tu lo debes de guardar,
después de como han puesto
algunos a ciertas gentes,
yo no me puedo fiar
ya, ni de mis parientes.