¿Que somos? ¿Donde estamos? ¿Quienes abrirían su puerta...

¿Que somos? ¿Donde estamos? ¿Quienes abrirían su puerta ante una angustiosa llamada? Fácil es reconocer que viajeros escuchan voces de otros viajeros: se le conoce por su atada a cuestas. Es obvio que les gusta las cosas claras, que no son vendedores de engaños.. Por cierto estos retumban muy a menudo, por viejas y nuevas calles. Me gusta la buena cosecha: la de verdades.
Un abrazo.