Ecoterroristas...

Ecoterroristas
La última moda nos llega por algunos botarates que vandalizan grandes obras de arte en distintos museos
Julián Quiros.

Hace años que la gente de los pueblos soporta monsergas y lecciones de sostenibilidad de los niños de ciudad habituados al confort urbano y al 5G de sus teléfonos depredadores del medio ambiente. Les dicen lo que tienen que hacer con los animales de casa, con las granjas, con los montes y con los ríos que han cuidado durante generaciones. Les dictan prohibiciones y hasta se acercan a veces a denunciar los vicios de la vida campesina. El ecoterrorismo se extiende por Europa, asaltando infraestructuras y propiedades privadas. La última moda nos llega por algunos botarates que vandalizan grandes obras de arte en distintos museos. Y cabe temer que estos pijodelincuentes se irán de rositas, sin pagar por su comportamiento; un grave error. Cualquier activismo ha de tener como principio la renuncia a la violencia, pero si se acepta el uso legítimo de una pequeña violencia, como atentar contra una pintura o la cerca de una finca, sólo es cuestión de tiempo que el límite se relaje.