! Menos mal, que entre tanta maldad y tanta piedra...

! Menos mal, que entre tanta maldad y tanta piedra en los caminos, al menos, nos queda la posibilidad de admirar un bello cuerpo...
Uno recuerda, cuando dichas bellezas estaban prohibidas... y solo le quedaba la alternativa, de, alquilar un palco en el cine DORËE... y palpar en la obscuridad.
Menos mal...