... Lo practiqué, en tiempos... Ahora (y no sé el porqué)...

... Lo practiqué, en tiempos... Ahora (y no sé el porqué) he dejado de hacerlo. Y sí -tienes mucha razón- es todo un placer (muy distinto) el que se siente, al contacto del agua del mar (o del río) con "la totalidad expuesta" de tu cuerpo... Se tiene la sensación de estar mucho más integrado con el mundo que te rodéa...

Saludos.