¡Oh mi glorioso Señor!...

¡Oh mi glorioso Señor!
Ayudame a reprimir toda inclinacion irregular, a dominar toda pasion rebelde, a purificar todos los impulsos de mi conducta, a conformarme a esa humildad que ninguna provocacion pueda descomponer, a tener aquella paciencia que ninguna afliccion pueda abrumar, aquella integridad que intereses egistas no puedan sacudir, para que asi este yo capacitado para servirte y enseñar tu Palabra.
En verdad Tu eres el Poderoso, el Potente. ´'Abdu'l-Baha

Un saludo NEREA