Se hace difícil intervenir en relación con el presente tema, por aquéllo de que discrepar -en parte-puede ser mal interpretado... Me arriesgaré:
Veámos un supuesto: "Soy persona con un contrato en precário... y mi mujer igual que yó. Con tal inseguridad a cuestas, decido/decidimos comprar una vivienda (sencilla pero nuestra) y claro, hemos de pedir dinero... Acudimos al que consideramos "nuestro Banco" y sí, nos atienden y nos prestan 200.000 Eu. a retornar en 30 años. Los tomamos... Las condiciones, a pesar de nuestra precariedad laboral, las consideramos asumibles. (Otra cosa es que -en realidad- lo fueran...)"
Omito -para no cansar- relatar lo acurrido, posteriormente (tanto a las personas del ejemplo que expongo) como a los centenares de miles más, que sin el menor concepto de los "rigores personales mínimos" en cuanto solvencia e insolvencia; se acercaron (sin la menor obligatoriedad) a unas Entidades financieras que obrando cual "canto de sirenas" -casi- "regalaron" sin ninguna garantía, el dinero -a manos llenas- a quienes repito: "sin que nadie les obligara" y no queriendo valorar lo que debió ser valorado; lo tomaron...
Y añado: Fué frecuente (en los tiempos que cito) escuchar lo siguiente: ¡Qué haces que no aprovechas y tomas el dinero (o más) que necesites para lo que te apetezca... no séas tonto: Ahora o nunca...!
Y no sigo... Todo lo que "después" ha ocurrido y está ocurriendo -en buena parte- hubiera sido de menor importancia si -"A TIEMPO"- se huibieran tenido y realizado -a nivel personal- otras consideraciones que nó se quisieron tener en cuenta, en el momento en que tocaba...
Con todo no dejo de sumarme a la causa de que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna... Pero llegar a disfrutar de tal necesidad, si vamos a pensar que en una sociedad como la nuestra, TODO nos tiene que ser asegurado, sin que -nosotros- pongamos (al menos) un buen criterio en tal fin... creo, es una utopía y además imposible... Y que nadie se me moleste.
Saludos.
Veámos un supuesto: "Soy persona con un contrato en precário... y mi mujer igual que yó. Con tal inseguridad a cuestas, decido/decidimos comprar una vivienda (sencilla pero nuestra) y claro, hemos de pedir dinero... Acudimos al que consideramos "nuestro Banco" y sí, nos atienden y nos prestan 200.000 Eu. a retornar en 30 años. Los tomamos... Las condiciones, a pesar de nuestra precariedad laboral, las consideramos asumibles. (Otra cosa es que -en realidad- lo fueran...)"
Omito -para no cansar- relatar lo acurrido, posteriormente (tanto a las personas del ejemplo que expongo) como a los centenares de miles más, que sin el menor concepto de los "rigores personales mínimos" en cuanto solvencia e insolvencia; se acercaron (sin la menor obligatoriedad) a unas Entidades financieras que obrando cual "canto de sirenas" -casi- "regalaron" sin ninguna garantía, el dinero -a manos llenas- a quienes repito: "sin que nadie les obligara" y no queriendo valorar lo que debió ser valorado; lo tomaron...
Y añado: Fué frecuente (en los tiempos que cito) escuchar lo siguiente: ¡Qué haces que no aprovechas y tomas el dinero (o más) que necesites para lo que te apetezca... no séas tonto: Ahora o nunca...!
Y no sigo... Todo lo que "después" ha ocurrido y está ocurriendo -en buena parte- hubiera sido de menor importancia si -"A TIEMPO"- se huibieran tenido y realizado -a nivel personal- otras consideraciones que nó se quisieron tener en cuenta, en el momento en que tocaba...
Con todo no dejo de sumarme a la causa de que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna... Pero llegar a disfrutar de tal necesidad, si vamos a pensar que en una sociedad como la nuestra, TODO nos tiene que ser asegurado, sin que -nosotros- pongamos (al menos) un buen criterio en tal fin... creo, es una utopía y además imposible... Y que nadie se me moleste.
Saludos.