Bueno: Y sin más dilación continúo con el cuento, no vaya a ser que mañana me caiga otra bronca. Lo prometido es deuda.
Os recuerdo que estábamos con el titulado: " EL NOVIO"
Como huja del padre que le había deparado la suerte, no tuvo Pilarito por qué hacer alto en lo que ni su inexperiencia alcanzaba, ni fué razón en los demás para atajar el curso de sus sentimientos. Parecía mentira que tan buen señor, un capitalista con alma de casero, que ambicionaba serlo de todo un barrio, según como ahorraba ... (ver texto completo)
Os recuerdo que estábamos con el titulado: " EL NOVIO"
Como huja del padre que le había deparado la suerte, no tuvo Pilarito por qué hacer alto en lo que ni su inexperiencia alcanzaba, ni fué razón en los demás para atajar el curso de sus sentimientos. Parecía mentira que tan buen señor, un capitalista con alma de casero, que ambicionaba serlo de todo un barrio, según como ahorraba ... (ver texto completo)
No se pudo saber como contrajo Pilarito la enfermedad. Nadie sospechó que tra la dificultad seria de hacer diagnóstico alguno sobre la aparición de un sufrimiento intensísimo, pero intermitente, que indicó la invasión de una fiebre implacable, con exacerbaciones nocturnas, antes las que huyó el sueño, como velo desgarrado por los agudos puñales de aquel martirio, se ocultaran, a pesar de tan extraña incertidumbre, causas de profundo origen que pudiesen ir más allá de lo que suponía la indicación de una dolencia pasajera.
Ya no eran los recuerdos felices del día lo que refrenaba aquella imaginación en las noches interminables, de un insomnio cruel, que durante las breves intermitencias del dolor se ensañaba igualmente en la pobre pilarito. ¿Que había hecho ella para merecer, con el olvido del hombre, la decepción inevitable, que hizo al alma sentirse casi desgarrada por la compasión de sí misma? ... (ver texto completo)
Ya no eran los recuerdos felices del día lo que refrenaba aquella imaginación en las noches interminables, de un insomnio cruel, que durante las breves intermitencias del dolor se ensañaba igualmente en la pobre pilarito. ¿Que había hecho ella para merecer, con el olvido del hombre, la decepción inevitable, que hizo al alma sentirse casi desgarrada por la compasión de sí misma? ... (ver texto completo)