Y menos mal que ya se fueron porque esto era un no parar de comer. A la porra la dieta, veremos si al fin me vale el vestido de la boda
En mi terraza antes del levante, se estaba divinamente. Dos botellas de Diamante nos trincamos jajajajjajaaja
En mi terraza antes del levante, se estaba divinamente. Dos botellas de Diamante nos trincamos jajajajjajaaja