El palacio de Riolago permaneció en la mayor incuria a finales ya del XIX y padeció un devastador incendio en los comienzos del siglo actual, por los años 1915. En la década de los setenta estuvo a punto de que adquirieran sus bloques y escudos una urbanizadora madrileña pero se adelantó don Fernando Geijo, que comenzó a restaurarlo en 1978.
No podía haber pasado a mejores manos ni mas amorosas que las de este matrimonio, actuales propietarios. La investigación de los escudos que faltan en la mansión ha sido minuciosa. Saben que dos de ellos se hallan en el Museo Provincial, los otros dos se hallaban en Biarriz, uno localizado ya, pero el otro se perdió cuando la contienda europea, porque el palacete «Quiñones» fue derribado y hoy es un liceo.
El gusto y la fidelidad arquitectónica con que se ha reconstruido son dignos de encomio. Resulta su estilo renacentista, con su muralla almenada, con una torre cuadrada en la que antiguamente era redonda, ya que daba nombre a la mansión de «Palacio de la Torre Redonda».
Es un deleite la visita a esta joya arquitectónica restaurada con fidelidad, gusto y riqueza; hasta una rejería de forja en la capilla ha sido fabricada en la «Fragua de los Dioses» de Compludo.
Don Fernando Geijo va transparentando ante el visitante el calor espiritual con que ha levantado estas ruinas, para ajustarlas fielmente a los cánones arquitectónicos de lo que fue esta mansión cuna del linaje de los Quiñones y se siente orgulloso de su obra, que es como resucitar un trozo de la historia leonesa.
El archivo de los Quiñones se hallaba en San Juan de Luz, Francia, en poder de la marquesa de San Carlos, viuda del marqués de Alcedo y San Carlos.
La Caja de Ahorros de León había adquirido el primer lote de documentos que constituía el archivo de los condes de Luna, y ahora por gestiones de don Fernando Geijo de Riolago y el profesor universitario don Cesar Álvarez fue la Junta de Castilla y León, en las personas de su presidente señor García Verdugo y la jefa del departamento de cultura doña María Rosa Suárez Inclán, la que adquirió el segundo lote de documentos pertenecientes al archivo de los Quiñones, en poder de su propietaria la marquesa de San Carlos.
El lote fue entregado al presidente de la Diputación Provincial de León, don Julio Cesar Rodrigo de Santiago, y entregado para la investigación de los leoneses este fabuloso archivo de los Montevirgen, Alcedo, Gavilanes y San Carlos, que todos constituían la casa de los Quiñones. Don Fernando Geijo entregó recientemente a la Diputación Provincial otro fabuloso lote de documentos de inapreciable valor, como un ejemplar de las Partidas de Alfonso el Sabio.