PALACIOS REALES Y CONDALES DE LA CIUDAD DE LEÓN

El Palacio de los Marqueses de Villasinda

Se halla situado a la derecha de la entrada a la calle del Cid, haciendo esquina con la calle Ancha y se extiende por la calle Ancha con portada del hotel Paris.

El marquesado de Villasinda procede de la rama de los Quiñones, en este caso los Alcedo, quienes levantaron la mansión. Este marques de Villasinda era nieto de un Don Suero Pérez de Quiñones, quien había protagonizado un lance de mal gusto en un domingo de mayo de 1449, repicando campanas y penetrando en la judería saqueando y destruyendo todo lo que hallaron a su paso, que obligó al rey don Juan a librar una carta ejecutoria desterrándole y confiscándole sus bienes.

Estos Quiñones, emparentados con los Velasco asturianos, con los Quirós, se contraponían a la otra poderosa familia de los Guzmanes. Unos grabaron en su escudo: «A costa de mi Quiñón, di a España el mejor blasón». Los Quirós decían: «Después de Dios, la casa de Quirós».

El palacio era un reto en hermosura al de los Guzmanes. Torreones de piedra blanca, sillería muy bien labrada donde los escudos de las familias campeaban con ostentación. Patio de columnas, escaleras amplias, balcones con balaustradas, todo ello con hermosura y distinción para presentar un palacio nobiliario de gran ornato y galanura para la ciudad. Don Francisco Alonso Quirós, marques de Villasinda, caballero de Santiago y regidor perpetuo de León, va a ser un poderoso señor en el siglo XVII.

Los marqueses de Villasinda tendrán también grandes posesiones en los Oteros y a ellos pertenecía el palacio-castillo de Alcuetas.