CRONICA DE LEÓN:

SEQUÍA / Regadíos

Modernizar todos los regadíos ahorraría al año una cuarta parte del agua embalsada

D. A. T. / León
No es cierto que el ser humanosólo se acuerde de la Virgen cuando llueve. También lo hace, y más si cabe, cuando no llueve. De muestra, el botón de este año. El invierno que está a punto de concluir el próximo día 21 pasará a la historia meteorológica de León como el más seco registrado nunca. Tampoco conviene asustarse más de lo necesario ya que la contabilidad oficial de las precipitaciones se inició en 1937. Por tanto, no se puede hablar, en sentido estricto, del invierno más seco de la historia, pero sí del más árido de los últimos 75 años, que no es poco.
Es mucho para una provincia tan vinculada a la agricultura y a la ganadería como la leonesa, en la que más de 12.000 familias se dedican a estas actividades. También son muchas las 150.000 hectáreas de secano que miran al cielo desesperadas desde hace semanas y las 140.000 de regadío que esperan el milagro de ver llenos los pantanos.
Pero rezar en estas circunstancias no es garantía de nada. Sí lo hubiera sido, sin embargo, haber sido más previsores. La Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), dependiente del Ministerio de Agricultura, emprendió en la última década programas de modernización de regadíos con muy desigual fortuna. Según el último balance, del hasta esta semana presidente de la institución, el leonés Graciliano Palomo, León ha mejorado las infraestructuras de riego de alrededor de 30.000 hectáreas, lo que supone poco más del 20% del total del regadío de León.
De acuerdo con esas estimaciones, esa reforma permite un ahorro en el consumo de agua para riego de 102 hectómetros cúbicos. Un simple cálculo permite concluir que la modernización de las 140.000 hectáreas de regadío de León permitirían un plus anual de recursos de 465 hectómetros cúbicos, casi una cuarta parte de los 1.800 de capacidad de los nueve embalses dela provincia.
Esos 465 hectómetros cúbicos de ahorro de agua también servirían para llenar una vez y media los 308 hectómetros cúbicos de un embalse como el de Barrios de Luna, por poner uno de los ejemplos que se aventuran más extremos para la próxima campaña de riego. Ahora, este pantano ni siquiera llega al mínimo para garantizar un desembalse, ya que tiene que contener reservas para el caudal ecológico del río Órbigo y para cumplir su aportación al abastecimiento de la ciudad de León. Esa cantidad también serviría para llenar cualquierpantano de la provincia, con muy diferentes holguras, salvo el de Riaño, que ‘sólo’colmaría hasta la mitad. Haciendo la lectura contraria, ese ahorro de 465 hectómetros cúbicos también podría sacar del secano 90.000 nuevas hectáreas de León.
¿Por qué no?
Pero que los regantes leoneses no hayan abordado la modernización de más del 20% de la superficie de la provincia tampoco es un capricho. El proceso requiere un compromiso económico importante de los propietarios de la tierra, que no siempre coinciden con los regantes. La fórmula de financiación ofrecida por la Seiasa consiste, en resumen, en un adelanto del coste de las obras que posteriormente hay que amortizar durante 25 años. A ello sólo suelen estar dispuestos los agricultores, no sólo en activo, sino los más jóvenes. Por eso, las comunidades de regantes celebraron consultas para decidir si se embarcaban en la aventura y muchas desistieron.
El listado de actuaciones que figura en la web de la Seiasa es muy revelador. En León, aparecen 12 comunidades de regantes en el apartado de “susceptibles de actuación”. Sólo seis han desarrollado la mejora, la mayor de ellas con 11.000 hectáreas en el Páramo Bajo. Hay otras 15.000 hectáreas de esa comarca en proceso de reforma, lo que sumadas a las30.000 ya modernizadas arroja la cifra de 45.000. Quedarían 95.000 para completarla provincia.
¿Modernizar para otros?
La solución de la modernización de los regadíos también ha tenido otra lectura que se ha mantenido inédita hasta el momento y que ha necesitado de una situación inaudita como la sequía de este invierno para aflorar. El secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, argumentó esta semana, para oponerse al trasvase de agua de Riaño hacia Palencia, que los regantes leoneses no han modernizado sus infraestructuras, con el alto coste que conlleva, para que el agua que se ahorre se vaya fuera. Es otra vertiente de la guerradel agua que puede avecinarse si el tiempo no lo remedia

La mejora de los sistemas tradicionales aportaría un plus de 465 hectómetros cúbicos