Tienes mucha razón Carmen, los pueblos son los grandes olvidados. El nuestro no es un pueblo grande pero vivía bien de la agricultura y la ganadería, luego vino la época minera, con la apertura de varias minas el pueblo se llenó de gentes de otras tierras. Fue un tiempo de bonanza y prosperidad (auque costó muchas vidas a causa de la silicosis).

Se hicieron muchas casas que con el posterior cierre de las minas se quedaron vacías y así estuvieron durante muchos años. La juventud se fue marchando buscando otros horizontes y en el pueblo durante el invierno queda muy poquita gente. Afortunadamente muchos de los hijos de aquellos mineros regresaron y arreglaron las casas que aunque solo sea en verano vuelven a estar ocupadas, también la mayoría de los que estamos fuera no hemos perdido el arraigo y regresamos al pueblin en cuanto tenemos oportunidad
El pueblo y el entorno es muy bonito y nuestras gentes agradables y hospitalarias. El clima aunque duro en invierno, en verano es una gozada. Yo vivo en Extremadura pero todos los años paso allí una temporada en agosto lo que supone un respiro para los calores que soportamos por estas tierras extremeñas.

En fin querida Carmen, espero haberte hecho un retrato fidedigno de nuestro pueblo y que ahora lo conozcas un poquito más
Un beso y gracias por tu interés