EL RUBICÓN

Estéril

FELIPE RAMOS 21/09/2012

Y a estamos. Esto es cíclico. Cada año, casi siempre por las mismas fechas, aparece alguien que desde Valladolid decide atacar al resto y dejar claro que ellos son los más altos, los más guapos y los más de lo más, a los que el resto debemos veneración cual becerro de oro.

Ahí está el ínclito José Rolando para decir que se cierren todos los aeropuertos, menos el de Valladolid, que es por el que hay que apostar, que para eso tiene más de un millón de pasajeros y no sé cuántas cosas más. ¿Y los demás? Infraestructuras fantasmas que hay que enterrar. Y es verdad. Ahora, más que nunca es necesario gestionar bien para evitar despilfarros.

Así que ya puestos, vamos a no despilfarrar. Y qué mejor que empezar por las Cámaras de Comercio, entes anquilosados en el pasado, que no aportan nada al empresariado y que sólo sirven para mantener sujetos como este leonés metido a castellano y para que cuatro pillen subvenciones del Estado y de la Junta.

Y por quitar, ¿para qué se necesitan sociedades como Iberaval?, salvo para que vivan y especulen tipos como José Rolando, al que el consejero castellano Villanueva colocó al frente de la misma como paso previo a la presidencia de ese gran fiasco que fue la caja autonómica.

Pero volvamos a la argumentación inicial sobre los aeropuertos de este gran teleñeco de Villanueva. ¿Realmente la apuesta deber ser Valladolid? ¿Una ciudad que está a menos de una hora en AVE de Madrid y a cuatro, de Barcelona? Sólo un ejemplo, los de Alcorcón tardan más en llegar a Barajas que un castellano de Pucela.

Lo realmente preocupante de todo esto es la reacción del alcalde de León. Dice Emilio Gutiérrez que no entra en polémicas estériles. ¿Estéril? ¿Le parece estéril salir al paso de alguien que quiere cerrar el aeropuerto de León?

A Emilio Gutiérrez, y a quien le aconseja, deberían decirles que ya no están en Valladolid, que ya no es el director general de la Junta, que ahora es el alcalde de León, que los leoneses le eligieron por mayoría absoluta para que defienda sus intereses. Él no puede decir que este debate es estéril, porque precisamente ese es el discurso que se quiere vender desde Valladolid cuando León alza su voz, casi siempre para defenderse de los ataques castellanos. Lo único estéril es esta comunidad, que ya no se reproduce ni in vitro.