Jajjaajjajja mira mira...., las brujas cuanto más lejos mejor que yo creo que no existen pero, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Jajjaajjajja mira mira...., las brujas cuanto más lejos mejor que yo creo que no existen pero haberlas hailas.
Esto me hace recordar una aventura que cuando la recordamos aún nos reímos un montón.
Estaba aquí mi cuñada pasando unos días y con una contractura en el hombro que no se le curaba ni p' atrás. Una amiga nos comentó que había aquí un señor que había sido masajista del Moralo (el Moralo es el equipo de fútbol) y que era muy bueno con esas lesiones musculares, ¡Pues hala, allá que nos fuimos!
A mi ya me mosqueó que en la entrada tenía unas cuantas imágenes de la virgen con velas y flores pero bueno ya que habíamos ido........ Lo primero que nos dijo es que no iba a cobrarnos nada, solo la voluntad y nos señaló una cestita que tenía allí. Más mosqueo por mi parte. En fin, que nos llevó a una habitación y la sentó en la cama, él en una silla en frente. Le coge las manos y se las lleva a su estómago (al de él) le dice que cierre los ojos y que haga mucha fuerza, que él también la hará para recibir el su mal.
A todo esto yo a los pies de la cama haciendo unos esfuerzos terribles para no soltar la carcajada y mi cuñada tan mosca como yo pero aguantando el tipo y muy seria asintiendo a todo.
Bueno, pues el hombre con los ojos cerrados y muy concentrao empezó a hacer fuerza; talmente como cuando andas estreñido jajjajajaja. Yo ya no podía más y agarrada al tablero de la cama hasta se me saltaban las lágrimas de aguantar la risa. El colmo fue cuando le suelta las manos y muy serio le dice.... ¿eres mocita, a que sí?.... Ahí yo ya no pude aguantar más y soltando la carcajada agarré a mi cuñada y nos fuimos con viento fresco. Bajamos las escaleras a trompicones y ya en la calle tuvimos que arrimarnos a una pared hasta que se nos pasó es ataque de risa.
Ni que decir tiene que le eché una buena rasca a mi amiga que se disculpaba diciendo que ella no sabía nada de eso
En fin, que después de esta aventura la poca fe que tenía en los curanderos desapreció del todo