Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.

Buenos días amigos. Por Navalmoral llueve, el día está tristón aunque no hace frío. Típico día de otoño que me ha hecho recordar esta canción de Joan Manuel Serrat