Pues mira qué casualidad, ayer cuando fui al médico, en el mercadillo de al lado del centro también me compré unas zapatillas, abiertas, pero de mi número.
El caso es que le comento al vendedor:
-No tiene zapatillas de
invierno?, sólo veo de
verano.
-Pues verá usted señora, en pleno julio creo que lo normal es verlas de verano.
-Ya, ya, pero yo quiero unas de invierno.
-Ya me cerraba el ojo, como diciendo ¡Me estará tomando el pelo?; un momento por favor, voy a ver si encuentro algo.
Qué número
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