MATÍAS DÍEZ ALONSO...

Buenas tarde Agustín. Buenas tardes a tod@s. Mientras regresa nuestra alma mater Yoli y nuestra querida Anamaría, que de una manera u otra han de regresar.... Vamos a seguir con algunas de nuestras "curiosidades" más o menos leyendas, más o menos históricas..... Y ya que empezamos con el lago de "Isoba" continuaremos, ampliando, con la anterior o algunas otras.....

MATÍAS DÍEZ ALONSO

Tres lagos embellecen el entorno de Isoba, el Pre­sente, el Ausente y la laguna de los Hazas; todos son de origen glaciar.

El lago Presente.- Es el más cercano a la aldea, al lado de la carretera. Es un lago pequeño, de unos cua­trocientos metros de perímetro y cinco metros de pro­fundidad en su parte más honda. En la campiña que lo circunda ramonean los caballos salvajes asturcones. En sus azuladas aguas crecen las juncias y asoman las cabecitas de las pollas acuáticas; alberga truchas que no son luchadoras contra corriente como las de río y presentan una cabeza des­mesuradamente grande.

Como todo lago de montaña está poblado de leyendas, como la del peregrino al Salvador ovetense que sediento y sudoroso imploraba agua de casa en casa, que sistemáticamente le era negada y sólo correspondido en la casa rectoral. Entonces lanzó su proclama de « ¡húndase Isoba, menos la casa del cura y la de la pecadora!».

Las torrenteras comenzaron a manar agua hasta anegar el poblado, excepto las dos viviendas que se excluyeron en la maldición de castigo por la falta de caridad. Es leyenda muy socorrida en el reino.

Quizá se fundamenta la leyenda en que el pri­mitivo poblador romano se asentaba a orillas de este lago, donde se encontró una lauda sepulcral con caracteres latinos: MANIBUS AMNIS DOMICIANUS FILIUS FLAVI ARMIGER ROMANUS HIC SEPULTUS EST.

La pecadora era la madre del cura, «hijo de soltera», cuyo ¡delito! era juzgado peyorativamen­te entre sus gentes.