Yolanda, la poesía no se le dará, pero la prosa "DABUTEN"

pantano de luna

PANTANO DE LUNA

Anegados en su día
lucen sus piedras al viento.
Reclaman en este aliento:
retorne fluvial quería.

Sombras de melancolía
de quien renunció a su tierra.
Vanos ayer quien destierra,
hoy pareciera baldía.

Pues vuelven los lugareños
pisando por esos lares
añorando sus hogares…
El ocaso de sus sueños.

Coral.

Bonito poema sobri, ver el pantano así da mucha tristeza y saca a la luz muchas historia de vidas
Los pueblos sepultados entre 1951 y 1956 bajo las aguas del pantano de Luna emergen de nuevo con la sequía. Después de sesenta años de lodo y agua, sale a la luz lo que queda de su memoria material.
Y como si las piedras que asoman en el secarral fueran imanes que atraen a los humanos, baja la gente al pantano a tocar la casa en la que nació, a pasear entre las calles fantasmales. Personas que salieron de niñas de aquellos pueblos, vuelven a bajar a tocar sus raíces y derraman lágrimas sobre el secarral. Pero ya no hay vuelta atrás aunque la pertinaz sequía saque (y seque) al sol los esqueletos de los pueblos olvidados de Luna.

Yolanda, la poesía no se le dará, pero la prosa "DABUTEN"