Amigo Fernando/Isabel...

Amigo Fernando/Isabel
A mí me merece todo respeto y devoción la imagen de Jesús crucificado, que ha dado su vida por mí, amando y perdonando a los que le estaban crucificando, además, tan injustamente. Según mi fe (que merece todo respeto) también ha dado su vida por ti y te perdona todo lo que en ti haya de perdonable, si es que tú estás dispuesto a acoger ese perdón. También, según mi fe, un día te encontrarás cara a cara con él y descubrirás contra qué amor has estado luchando.
Me viene a la mente aquella anécdota de Sandro Pertini, ateo, presidente de la República Italiana, muy semejante a la que cuentan de otro ateo, Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid. Le dijeron a Pertini por qué no quitaba el Crucifijo de su despacho presidencial, a lo que respondió: “Ni lo hago, ni lo haré jamás, por dos motivos: Primero, porque tengo un grande respeto y una profunda admiración hacia aquel hombre que terminó en la cruz por defender causas justas. Segundo, porque ese crucifijo es amado y venerado por muchos”. La anécdota la transmitió un periodista, también ateo, Indro Montanelli, también respetuoso con la fe, aunque no la compartía.