Así que "duro de mollera" ¿eh? ¡Menudo galopín estás tú hecho! No caviles tanto, que ya me he convencido de que estás más perdido que "carracuca" y terminaré por dejarte a tu suerte, pues veo que no tienes arreglo. Presuntuoso, creído y tozudo... ¡Vaya tela!
Así que tu amigo te decía que el obscurantismo venía de la mano de las creencias... ¡Vaya, vaya, con tus amistades! Así estás tú. Esa amistad tuya, compañero, tiene todos los síntomas de la gilipollez. ¡Je, je, je, qué cacao mental tenéis! Con lo fácil y sencillo que es escuchar al corazón, que nunca falla en sus dictámenes. Pero, tengo la impresión, escuchando vuestras naderías, de que carecéis de ese órgano vital o ignoráis sus funciones.
Escucho interesado tus elucubraciones y corresponden, realmente a uno de los polos de la dualidad. Tú te identificas con los negativos, mientras otros son positivos. Muchos han sido los llamados y pocos los escogidos. Tu compadre y tú, por supuesto, no estáis entre ellos.
No camufles con el miedo y el temor, tu rechazo a aceptar la realidad del final de los tiempos. Estás tan acostumbrado a oír que viene el lobo, sin hacerlo, que al final el lobo te va a comer, cuando menos lo esperes, so chalao. El que advierte no es traidor. Advertido estás.
Nunca he dicho que, ocurra lo que ocurra, hay que repetir ingenuamente: "Soy feliz, soy feliz". Simplemente te digo que las pruebas venideras son sinónimo de desgracias consecutivas que a muchos les impedirá ser felices, lo cual es distinto. Es absolutamente imposible negar que el sufrimiento y la desgracia son realidades terribles. Pero, en cualquier situación que os encontréis, podéis hacer un trabajo con el pensamiento que os permitirá resistir en medio de estas pruebas, e incluso salir de ellas enriquecidos. Y no guardaréis sólo para vosotros estas riquezas: con vuestra actitud, con vuestra manera de afrontar los acontecimientos, haréis partícipes de ellas a los demás.
Así que tu amigo te decía que el obscurantismo venía de la mano de las creencias... ¡Vaya, vaya, con tus amistades! Así estás tú. Esa amistad tuya, compañero, tiene todos los síntomas de la gilipollez. ¡Je, je, je, qué cacao mental tenéis! Con lo fácil y sencillo que es escuchar al corazón, que nunca falla en sus dictámenes. Pero, tengo la impresión, escuchando vuestras naderías, de que carecéis de ese órgano vital o ignoráis sus funciones.
Escucho interesado tus elucubraciones y corresponden, realmente a uno de los polos de la dualidad. Tú te identificas con los negativos, mientras otros son positivos. Muchos han sido los llamados y pocos los escogidos. Tu compadre y tú, por supuesto, no estáis entre ellos.
No camufles con el miedo y el temor, tu rechazo a aceptar la realidad del final de los tiempos. Estás tan acostumbrado a oír que viene el lobo, sin hacerlo, que al final el lobo te va a comer, cuando menos lo esperes, so chalao. El que advierte no es traidor. Advertido estás.
Nunca he dicho que, ocurra lo que ocurra, hay que repetir ingenuamente: "Soy feliz, soy feliz". Simplemente te digo que las pruebas venideras son sinónimo de desgracias consecutivas que a muchos les impedirá ser felices, lo cual es distinto. Es absolutamente imposible negar que el sufrimiento y la desgracia son realidades terribles. Pero, en cualquier situación que os encontréis, podéis hacer un trabajo con el pensamiento que os permitirá resistir en medio de estas pruebas, e incluso salir de ellas enriquecidos. Y no guardaréis sólo para vosotros estas riquezas: con vuestra actitud, con vuestra manera de afrontar los acontecimientos, haréis partícipes de ellas a los demás.