¿Cuanto cuesta un entierro?

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EL REFUGIO DE LAS CAMPANAS
El niño, después de escuchar esta historia, la tocó. No era una campanita sólo de forma. Su badajo se movía, golpeando sus paredes azules — porque era de color azul — y emitía un sonido débil, dulce, acogedor.
— ¿Y cuál es la campana más grande? — preguntó, ansioso de saltar a los extremos: de la más pequeña a la más espaciosa.
— Está lejos — dijo el campanero —. Cuando anochezca puedes alcanzar hasta ella. Hoy no te puedo acompañar, pero mañana, cuando ... (ver texto completo)