Mito de Cupido y Psique
Andrea La chica

Psique era la menor y la más hermosa de las tres hijas de un rey, pero este no conseguía casarla. Al cabo de un tiempo, el rey, ya desesperado, fue a consultar al oráculo, que le dijo: <<Lleva a tu hija hasta lo más alto de la montaña; vístela con un traje de novia y abandónala; se la llevará alguien excepcional; eso es lo que el destino ha dispuesto para Psique>>.

Llegó la noche, pero nadie aparecía. Psique tenía miedo. De repente se levantó un fuerte viento que llevó a Psique hasta un hermoso palacio. Allí veía lujosas estancias y escuchaba voces de quienes se presentaron como sus sirvientas, pero realmente no veía a nadie.

Al caer la noche, apareció su marido. No podía verlo, pero no parecía un monstruo, sus palabras eran dulces y sus caricias delicadas. Sin embargo, su esposo le había prohibido ver su rostro y esto le preocupaba. Le había dicho: << Si llegas a ver mi rostro, ya no lo verás más>>.

La pareja continuó su extraña relación, pero Psique echaba de menos a su familia y, tras pedirle permiso a su esposo, se fue a visitar a su familia. Sus hermanas, cuando se enteraron de que Psique no sabía qué aspecto tenía su marido, la persuadieron para que cogiera un candil y lo encendiera para verle el rostro cuando él estuviese dormido. Así que Psique regresó al palacio y esperó a que el esposo durmiera. Se acercó a él con el candil encendido y vio que su rostro era el del joven más hermoso que una mujer podía imaginar.

Entonces acercó el candil y se produjo el fatal accidente: una gota de aceite cayó sobre el hombro del esposo, que al instante huyó volando y desapareció para siempre. El amante de Psique era Cupido, el mismísimo dios del amor personificado.

FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN PARA TODOS