(Se incorporan al grupo Isabel, Inés y Pedro Crespo)
LOPE:
-Muy honrado soy Crespo
por la grata compaña
que has tenido a bien
concederme y regalarme
de estas tus buenas hijas.
ISABEL:
-Nosotras somos mas honradas
en estar aquí con su ilustre
persona y mas siendo usted
tan recto y bondadoso.
Nos alegra este feliz encuentro,
Don Lope y lástima que todo oro
no sea lo que mas reluce hoy día.
CRESPO:
-Pues que todos ya seamos
los que a cenar vayamos,
sentémonos y disfrutemos
que esta noche tiene algo
muy especial con esta luna
que nos sirve de velas.
Una cena a la luz de velas.
CRESPO:
-Parece que oigo ruido afuera,
no se que acontece ahí.
CRESPO:
-Pues parece ruido y alboroto
de mozos o soldados suyos
que bien alegres se ve están.
Cantan y arman algo de jaleo.
LOPE:
-Tiene razón, deben ser
soldados míos.
Esto tiene las guerras,
que luego se alteran
de tanto batallar. Les sueltas
y son como cabras locas o peor.
Eso tienen las milicias.
JUAN:
-Pues a mi no me parece
que esa sea mala vida.
Estar de ronda, después de
tener una conquista.
LOPE:
- ¿De veras te gustaría
servir en los tercios del rey?.
JUAN:
-Vaya que desde que supe
que acá venían me he
interesado por esta forma
de vivir en lucha y ocio.
Ya lo creo que me gustaría
ser uno mas de los suyos.
LOPE:
-Pues si de veras tiene
usted tal interés viene
conmigo en cuanto acabe
aqui nuestro corto ocio.
(Fuera se oye esta vez ya cantar y se distingué qué clase de cánticos tienen en que nombran a Isabel. Esta está muy abatida por la burla de que es objeto.)
CANTAN DENTRO YA:
-Las flores del romero
niña Isabel,
hoy son flores azules
y mañana serán de miel.
(Y jalean, se ríen y tocan la cítara.)
(Todos están ya intranquilos y cada uno reacciona saliendo con distintos motivos.)
LOPE:
-Muy honrado soy Crespo
por la grata compaña
que has tenido a bien
concederme y regalarme
de estas tus buenas hijas.
ISABEL:
-Nosotras somos mas honradas
en estar aquí con su ilustre
persona y mas siendo usted
tan recto y bondadoso.
Nos alegra este feliz encuentro,
Don Lope y lástima que todo oro
no sea lo que mas reluce hoy día.
CRESPO:
-Pues que todos ya seamos
los que a cenar vayamos,
sentémonos y disfrutemos
que esta noche tiene algo
muy especial con esta luna
que nos sirve de velas.
Una cena a la luz de velas.
CRESPO:
-Parece que oigo ruido afuera,
no se que acontece ahí.
CRESPO:
-Pues parece ruido y alboroto
de mozos o soldados suyos
que bien alegres se ve están.
Cantan y arman algo de jaleo.
LOPE:
-Tiene razón, deben ser
soldados míos.
Esto tiene las guerras,
que luego se alteran
de tanto batallar. Les sueltas
y son como cabras locas o peor.
Eso tienen las milicias.
JUAN:
-Pues a mi no me parece
que esa sea mala vida.
Estar de ronda, después de
tener una conquista.
LOPE:
- ¿De veras te gustaría
servir en los tercios del rey?.
JUAN:
-Vaya que desde que supe
que acá venían me he
interesado por esta forma
de vivir en lucha y ocio.
Ya lo creo que me gustaría
ser uno mas de los suyos.
LOPE:
-Pues si de veras tiene
usted tal interés viene
conmigo en cuanto acabe
aqui nuestro corto ocio.
(Fuera se oye esta vez ya cantar y se distingué qué clase de cánticos tienen en que nombran a Isabel. Esta está muy abatida por la burla de que es objeto.)
CANTAN DENTRO YA:
-Las flores del romero
niña Isabel,
hoy son flores azules
y mañana serán de miel.
(Y jalean, se ríen y tocan la cítara.)
(Todos están ya intranquilos y cada uno reacciona saliendo con distintos motivos.)