ESCRIBANO:...

ESCRIBANO:

- Crespo, escuchad que os digo.
Noticias os doy de verdad.
El Consejo del rey os da
el honor de ser edil y juez.
Un alcalde para el pueblo
de la serena Zalamea.
Hoy es gran día pues
las huestes del rey se acercan
a esta villa insigne, Zalamea.
Y también ha de venir
Don Alvaro, el capitán herido
porque sus heridas graves
requieren ciertos cuidados.
El no quiere decir la cuita
que sus males le trajeron
pero don Lope y el Rey,
prestos son de averiguarlo,
quieren que se sepa el caso
en todo su rigor y escenario.

DON PEDRO CRESPO

- ¡Cielos!
¡Me viene la vara
como caída del cielo!.
Ser juez y parte
en el duelo de mi honra
y por gracia de la justicia
poder de verdad lavarla.
Gran honor para un villano
deshonrado, aun bien afamado.

ESCRIBANO:

-Venid a la Casa del Concejo
a tomar la posesión del cargo.
Una vara os darán para medir
las acciones y circunstancias
que es menester poner práctica
a un asunto poco visto y complicado.

DON PEDRO CRESPO:

-Vamos.

ISABEL:

- Padre no me dejéis
aquí en este trance.
Abandonada a mi suerte soy.

DON PEDRO CRESPO:

- Ya tenéis el padre alcalde
que vuestra honra y la mía
será el primer orden del día
Y juro por Dios, haré justicia.