Crespo se ha quedado con Álvaro, el capitán que deshonrara...

Crespo se ha quedado con Álvaro, el capitán que deshonrara a su hija y sin vara de mando y sin espadas quiere que aquel le comprenda y comprenda la situación de él mismo, de su hija y de la forma de ser de los villanos que se honra de ello. Aténtamente le explica:

CRESPO:

-Y puesto que estamos solos,
señor don Alvaro, hablemos
más claramente los dos,
sin que tantos sentimientos
como han estado encerrados
en las cárceles del pecho
acierten a quebrantar
las prisiones del silencio.

Yo soy un hombre de bien,
que a escoger mi nacimiento
no dejara (es Dios testigo)
un crepúsculo, un defecto
en mí, que suplir pudiera
la ambición de mi deseo.
Siempre acá entre iguales
me he tratado con respeto;
de mi hacen estimación
el cabildo y el concejo.

Tengo muy bastante hacienda,
porque no hay, gracias al cielo,
otro labrador más rico
en todos aquestos pueblos
de la comarca. Mi hija
se ha criado a lo que pienso,
con la mejor opinión,
virtud y recogimiento
del mundo; tal madre tuvo
téngala Dios en el cielo.