Ah, y por supuesto que tienen su encanto, pero sin...

Lu: las tormentas tienen su encanto. Rayos y truenos; lluvia, granizo. Y más si estás a salvo y la oyes en casa al calor de una chimenea. Una gozada.
Pero si te toca vandearla ya es otra cosa. Que es ahí donde se demuestra si uno sirve o no para aguantar estoicamente los aguaceros.
Y ya luego sí. ¡Qué aroma deja en la tierra mojada! Pero solo si la tierra está limpia porque si llueve en un estercolero... ya me dirás lo bien que va a oler.
Un saludo ¿y este Adri también es paisano (es que ahora ya no tengo tiempo de preguntárselo a él?

Ah, y por supuesto que tienen su encanto, pero sin tenerlas que soportar, viéndolas "desde la barrera"
Saludos