No tengo el más mínimo interés, en conocer la vida de nadie, con la mía tengo bastante.
Pero, cuando alguien, transmite noticias y casi siempre intencionadas, se puede esperar, que al menos las interprete.
No podemos, o mejor dicho, no debemos, lanzar la piedra y esconder la mano.
Pero, cuando alguien, transmite noticias y casi siempre intencionadas, se puede esperar, que al menos las interprete.
No podemos, o mejor dicho, no debemos, lanzar la piedra y esconder la mano.