Ocurre que en ciertas
dictaduras populistas, cuando estas llevan muchos años en el poder, (y a veces no tantos), se colonizan todas las instituciones, de manera que cuando hay un cambio drástico, como el caso de
Argentina, las instituciones en manos del populismo, siguen su pauta, y es muy difícil cambiar el ritmo, véase
Cuba y
Venezuela y en general todas estas repúblicas.