Ciu:
espero que te sentase bien. A mi con tantas emociones como tuve ayer, ni pegar ojo. Es que mezclé tantos lugares... que el cóctel fue un café insomne. Desde mi infancia hasta ahora - que si mis pinares de la Sierra Ministra, que si los que se salvaron, que si no hubo remedio a tanta desidia.
Y recorrí los montes arrasados de mi infancia: Ciruelos y Luzón. Maranchón, fue siempre páramo y no había ahí nada que se pudiera quemar.
Como por arte de magia, el viento que lo asoló todo se calmó al llegar a las inmediaciones de la ermita del Buen Labrado de mi pueblo, Ablanque. Cambió de dirección y siguió quemando y quemando sin parar.
Comentaba anoche en mi foro que se había llenado de domingueros. Un turismo propiciado por la propia administración, empeñado en instalar en esos benditos montes, barbacoas y barcacoas a diestro y siniestro para disfrute y goce, sin mas espíritu que comer chorizos y chuletas en un entorno tan especial, variado e histórico.
Un entorno prehistórico y natural, donde nació el fuego, como era Las Cuevas de los Casares de la Riba de Saelices, lo vi por las noticias del incendio, lleno de asadores infames.
Los medios hablaban de un descuido. En medio de tanta despreocupación y desidia.
Lo pude comprobar "in situ" y lo reflejé aquí en Burgos a mi vuelta del funeral también, pues recibí una fuerte impresión al ver mi tierra en junio, como un secarral.
Lo mismo que aquí también dirigí una carta a mis pinares arrasados de infancia donde lo único que pude salvar fueron los valores aprendidos allí. Y en un mundo tan podrido porque hemos olvidado los valores humanos mas importantes que formaban parte de nuestra propia identidad: dignidad, honradez, amistad, hermandad, solidaridad... -que se pregona mucho pero no se lleva a efecto.
Y me quedo también atónita que personajes de postín pregonen y vendan lo que no tienen. Que estoy segura que venderían a su propia madre si les dieran dinero a cambio o solo por lucir sus "modelitos" y sus últimas intervenciones.
Es que si somos tan generoso y dignos por qué no empezar por uno mismo y respetar lo que dios nos dio en vez de intentar ser quien no somos ni seremos jamás.
Si critico esos comportamientos es porque luego se ponen de modelos a los demás para seguir vendiendo revistas del corazón. Décadas y décadas avalan lo que estoy diciendo.
Lo que se ve se aprende si no hay verdaderas convicciones y no se fomentan mas allá de repartir lo que no se tiene.
Pero a mi todavía me quedan valores para poderlos expresar y suerte que cuento con este medio. Lo próximo será LA QUEMA DEL JUDAS.
Y como no podía dormir seguí con la lectura que me he marcado:
Fiesta del Judas en la Provincia de Burgos de Ernesto Pérez Calvo.
Resulta que esa fiesta se celebraba en muchos lugares. En Ciruelos lo siguen celebrando sin grandes parafernalias y en el mismo Castrillo de Murcia y Trespaderne.
Hay pueblos que no harán demasiados aspavientos pero mantendrán firmes sus tradiciones.
Tal y como a mi me llegaron, las cuento. ... (ver texto completo)
espero que te sentase bien. A mi con tantas emociones como tuve ayer, ni pegar ojo. Es que mezclé tantos lugares... que el cóctel fue un café insomne. Desde mi infancia hasta ahora - que si mis pinares de la Sierra Ministra, que si los que se salvaron, que si no hubo remedio a tanta desidia.
Y recorrí los montes arrasados de mi infancia: Ciruelos y Luzón. Maranchón, fue siempre páramo y no había ahí nada que se pudiera quemar.
Como por arte de magia, el viento que lo asoló todo se calmó al llegar a las inmediaciones de la ermita del Buen Labrado de mi pueblo, Ablanque. Cambió de dirección y siguió quemando y quemando sin parar.
Comentaba anoche en mi foro que se había llenado de domingueros. Un turismo propiciado por la propia administración, empeñado en instalar en esos benditos montes, barbacoas y barcacoas a diestro y siniestro para disfrute y goce, sin mas espíritu que comer chorizos y chuletas en un entorno tan especial, variado e histórico.
Un entorno prehistórico y natural, donde nació el fuego, como era Las Cuevas de los Casares de la Riba de Saelices, lo vi por las noticias del incendio, lleno de asadores infames.
Los medios hablaban de un descuido. En medio de tanta despreocupación y desidia.
Lo pude comprobar "in situ" y lo reflejé aquí en Burgos a mi vuelta del funeral también, pues recibí una fuerte impresión al ver mi tierra en junio, como un secarral.
Lo mismo que aquí también dirigí una carta a mis pinares arrasados de infancia donde lo único que pude salvar fueron los valores aprendidos allí. Y en un mundo tan podrido porque hemos olvidado los valores humanos mas importantes que formaban parte de nuestra propia identidad: dignidad, honradez, amistad, hermandad, solidaridad... -que se pregona mucho pero no se lleva a efecto.
Y me quedo también atónita que personajes de postín pregonen y vendan lo que no tienen. Que estoy segura que venderían a su propia madre si les dieran dinero a cambio o solo por lucir sus "modelitos" y sus últimas intervenciones.
Es que si somos tan generoso y dignos por qué no empezar por uno mismo y respetar lo que dios nos dio en vez de intentar ser quien no somos ni seremos jamás.
Si critico esos comportamientos es porque luego se ponen de modelos a los demás para seguir vendiendo revistas del corazón. Décadas y décadas avalan lo que estoy diciendo.
Lo que se ve se aprende si no hay verdaderas convicciones y no se fomentan mas allá de repartir lo que no se tiene.
Pero a mi todavía me quedan valores para poderlos expresar y suerte que cuento con este medio. Lo próximo será LA QUEMA DEL JUDAS.
Y como no podía dormir seguí con la lectura que me he marcado:
Fiesta del Judas en la Provincia de Burgos de Ernesto Pérez Calvo.
Resulta que esa fiesta se celebraba en muchos lugares. En Ciruelos lo siguen celebrando sin grandes parafernalias y en el mismo Castrillo de Murcia y Trespaderne.
Hay pueblos que no harán demasiados aspavientos pero mantendrán firmes sus tradiciones.
Tal y como a mi me llegaron, las cuento. ... (ver texto completo)