ESTUDIOS Y
JUEGOS
“Siendo estudiante llevaba la cartera, una enciclopedia, una pizarra de piedra y un pizarrín, cogido por mí en Páramo del Arroyo (
Burgos), el pueblo de mi madre. Los padres acataban los dictados del maestro porque querían lo mejor para nosotros. Íbamos al
colegio de lunes a sábado. El domingo era día sagrado y el jueves, de paseo, a recoger tombos para la estufa y aún así pasábamos frío “.
Les mencionó el Jueves de Todos, anterior a la cuaresma en que chicos y chicas iban a la Cartuja, a la fábrica de galletas Loste y a todas las casas a pedir dinero, huevos, galletas para hacer la famosa “meriendilla “.
También nos divertíamos jugando en la plaza a cacos, al marro, tuta, bolos, chapas y rayuela. Yo tuve el primer balón que hubo en Villimar, regalo de unos
alemanes, pero me duró poco; a fuerza de patadas acabaron reventándolo. Así volví de nuevo a
jugar con la “bochincha “, balón hecho con la vejiga del cerdo que duraba todavía menos.