Después de tantos y tantos años celebrando y homenajeando a la patata (o eso creía yo que hacíamos en la plaza de Tardajos) me encuentro, nada menos que en Gijón a un niño vestido de patata de Burgos. Y yo, aficionada a la foto les pedí a sus padres si podría tomarle una foto porque una ocasión así no se presenta todos los días. El chaval posaba y posaba pero un pelín cabreadillo. Pero todo se conjugó para que hoy esta foto me sirva en este espacio. ¡Pobre patatita de Burgos y provincia! Bendito niño y qué ocurrencia tuvo la criaturita de vestirse así, tan sencillamente, porque ahora me viene al pelo. Mi lema es guardar en la retina o en megapilxes que tiempo habrá de exponer y compartir como hago ahora.

Esta era la foto que tengo en mi ordenador y todo es posible si se quiere de verdad hacer algo. Tan fácil como traslado de ratón. ¡No me vuelve a pasar! Irá lento pero es mío y en él guardo documentos especiales. Si además tengo muchos recursos porque esas fotos ya las envié en su día a amigos y al diario y las tenía en mis envíos internautas. Total, buscar en la red.
Fotos de mi exposición las recuperé de ese modo. Sencillamente porque las había compartido antes.