ELLA YA NO EXISTE, Burgos

ELLA YA NO EXISTE

Último peldaño en que sume
todos esos años hasta la tumba
donde queda su posesión,
la que fue y ya no existe.
Ella ya no será suya
pues la ha arrojado al abismo
donde no hay ningún resquicio,
donde anidan las oscuras sombras
donde el viaje de vuelta queda ya
suspendido en el umbral infinito
cuyo tiempo fue y ya no existe.

Ella ya no existe
y yacen con ella todas sus caricias,
sus ilusiones rotas, su corazón sin sangre,
las súplicas, cuando ya no había tiempo;
y en su lugar renacen flores negras
para formar guirnaldas y entrelazar
con ellas las estancias mortuorias.
Donde pesan las horas, los minutos
llegan hondos los lamentos
y los segundos chocan arrebatados
y fríos en tristes y largas cadencias.

Ya hay una letanía de lágrimas
que se rebelan, que brotan
al contemplar la escena
en la fatídica mañana sin alba,
en el crudo esperpento de ese cuerpo
que minutos antes suplicaba
rocío de comprensión para proseguir
la estancia; licencia para vivir
y continuar el camino de la vida.

Pero alguien juzga que ya no hay tiempo,
sino sentencia ejecutada para ella.
Se alza como un poderoso juez
para castigar con la máxima pena,
para condenar la sonrisa y poner freno
con un gran socavón negro a sus días.
Para cubrir de luto amanecido
el firmamento cuando ella ya no existe.

Carmen García