Otro cuento encontrado en la red:
LA PATATA MÁGICA
Un día, mientras paseaba por el bosque, el pequeño Martín oyó una
dulce voz que le llamaba:
—Ven aquí, pequeño Martín. Ven aquí, no tengas miedo. No te voy a hacer ningún daño.
La voz provenía de un matorral que había junto a un roble. Bajo el matorral, Martín encontró una patatita. La patata tenía una pequeña nariz, una minúscula boca, dos preciosos ojitos, dos bracitos y dos piernecitas.
—Hola, Martín. Soy una patata mágica —dijo la patata mágica.
— ¡Oh! —dijo Martín.
—Me llamo Crispy. ¿Quieres ser mi amiguito?
—Claro que sí, siempre he querido tener una patata mágica como
amiga.
(continuará)