Algunas se partían de risa conmigo porque es verdad que podía serlo. Se me olvidó el paraguas y caía lluvia fina. "No importa", es mi lema. Una bolsa del Arbol, enorme, hacía las veces de paraguas cuando llovía, portaba mi fular si tenía calor, llevaba mi bolso y cámara de fotos para que no me molestase y me impidiese la visibilidad de la "bruji" burgalesa. Y si tenía que arrodillarme para cortarlas me servía de almohadilla. ¡Nunca una simple bolsa de las que ahora ya no se tiran dan mas de si!
Así que no me extraña nada que alguna seta se partiera de risa. Algunos acaban de los nervios conmigo.