Y la verdad es que es un poco la fatalidad porque en otros sitios no crecen tanto ni las hierbas, Burgos

Y la verdad es que es un poco la fatalidad porque en otros sitios no crecen tanto ni las hierbas, ni los cardos. Ya les vale lo antojadizos que son y las ganas de palique con el escritor del siglo de Oro español. ¡Eso si que es lucirse!