Volví de Galicia con una receta dulce: tarta de calabaza que mi tendera me dio a probar, junto con la receta y anteayer la probé. Cuando haces algo nuevo te surge la duda, ¿saldrá, lo habré hecho bien, quizás algo que he variado lo ha chafado? Y es que sobre la receta original, siempre hago algún cambio, o añado algo y se hace eterno el tiempo de espera mientras se cuece al horno. Al final, salió, pero tenía mis dudas. Otra cosa será que guste a los de casa. Pero la he probado y tiene lo que tiene que tener, el sabor de la calabaza.
Por si queréis ensayar, ya podéis ir a lo seguro. Otra cosa es que guste, ya que el sabor de la calabaza es muy particular y no a todo el mundo gusta.
A veces con los sabores pasa que la primera vez no le encuentras su aquel, y cuando ya has probado varias veces, te encariñas con un sabor que antes no era de tu agrado.
En la variedad está el gusto. Pero como postre sano, no lo va a ver y beneficios dietéticos tiene muchos. La calabaza es la panacea de virtudes.
¿A quien no le han dado calabazas alguna vez? ¿Y es malo? Quizás encontrara algo mejor algo más tarde. Se habla de distintas calabazas pero la una por peculiar y la otra por negativa, de las dos se puede sacar buen provecho.

Ya os facilitaré la receta. Bueno eso se hace rápido.

Saludos cordiales