Una vez que una niña, Hija de María, recitó un bonito y emotivo
poema, se cumplió la tradición del descenso de la Virgen desde su especial altar. Una vez, a la altura del pueblo, nos fuimos, como cada año en procesión. Hay unos cantos que se cantan durante el recorrido por algunas calles del pueblo de un repertorio popular de la parroquia.