La indefensión de la naturaleza es abrumadora en manos de gentes codiciosas y sin escrúpulo, Burgos

La indefensión de la naturaleza es abrumadora en manos de gentes codiciosas y sin escrúpulo alguno. Es indefensa hasta que se la ataca, y luego, no perdona.

Dios perdona siempre, el hombre, a veces, y la naturaleza nunca.