LA LEYENDA DEL PEREGRINO DE LA CALABAZA DE ORO (II), Burgos

LA LEYENDA DEL PEREGRINO DE LA CALABAZA DE ORO (II)

por Pablo Arribas Briones que fue galardonado con el premio "Vieiragrino" por esta fabulosa leyenda.

Anochecía en el silencio. El peregrino tomó en sus manos la calabaza de oro, y elevando sus ojos a lo alto comenzó a pensar en las gotas de leche que llevaba aprisionadas. A la mente le vino Eva, la sirena del ángel caído y Pandora. Tres mujeres que tuvieron todos los dones y los perdieron.

Ahora regresaba obnubilado por el encuentro con la sirena y el compromiso adquirido que tanto coincidía con los sueños, ilusiones y querencias de andares infinitos que había escuchado a romeros de todo el mundo. Pero él seguía rumiando demasiado sus dudas y desconfianzas, mientras se alejaba más y más de la conversación con la gente del Camino hasta sentirse menos romero y más falto de destino.

¿Y si abriera la calabaza?, se dijo de repente, pensando sólo en su liberación.