SON CALABAZAS TARDAJEÑAS QUE SE VENDÍAN EN VILLADIEGO Y TRABAJOS artesanales que dos alumnas, Burgos

SON CALABAZAS TARDAJEÑAS QUE SE VENDÍAN EN VILLADIEGO Y TRABAJOS artesanales que dos alumnas del Mendoza decidieron poner en práctica con lo aprendido en los programas de JÓVENES EMPRENDEDORES que estudiaron, como digo en ese instituto al que acuden. Y tuvieron éxito, a pesar del mal día que no pudo congregar a mucha gente. Debido al mal tiempo la gente sale menos pero el aguacero fue muy bueno para los campos. Y si lo es para el campo, para nosotros también debería serlo. Mas le tenemos miedo al agua y al viento... cuando hay elementos más perniciosos que no se ven y actúan por debajo. Como la química que nos mata y no se ve. Al menos un gusano lo ves y tiras la fruta.

Estas calabazas no los tienen. Y además a estas majas chicas les servirán para festejar Halowey en su querido pueblo, que no de procedencia sino de raíces y acogida.