Yo soy más de palabras que de imágenes y he de decir que tengo que volver al museo este, Burgos

Yo soy más de palabras que de imágenes y he de decir que tengo que volver al museo este, porque no me dio tiempo a leer todas las explicaciones. Para poder hacerlo se necesita mucho tiempo y no lo tenía. Si nos descuidamos nos cierran la puerta pero eso no pasó porque calculan muy bien cuántas personas caben y cual el tiempo medio que se emplea en la visita. ¡Qué controladores que son aquí!
Cuando salimos ya estaban cerradas sus puertas pero nos alegramos por todo lo que vimos. Y como ya estábamos muy cansados fuimos en busca del bar que no cerrase. Y lo encontramos, después que en dos nos dijesen que ya no atendían clientes. Y digo, yo, que un día tan especial, y que los restauradores de Burgos hagan eso, no tienen perdón de Dios. Con la crisis que hay, y lo que se necesita mimar a los clientes. Hay cosas en Burgos que no entenderé nunca. En la Noche Blanca, señores, mientras haya gente, no se duerme. Que luego los clientes se mudan de casa.
Y con esto se acabó la visita y después de tomar algo nos fuimos en busca del coche que lejos aparcamos. Una odisea, con cansancio y tacones. Pero no me di por vencida y no me quejé no fuese a ser que otro día no tuviese esa oportunidad. He aprendido que la queja hay que hacerla cuando se debe, no cuando se quiere.
Espero que estas imágenes os hayan puesto lo dientes largos y vengáis a verlo al natural, todo Burgos y en especial el MUSEO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA. Como le digo yo a mi hijo, no es lo mismo que te lo cuenten que verlo de primera mano. Y después de esta gran noche seguiré desgranando más atractivos que tiene Burgos, aunque no sea de noche, ni tampoco blanca.
Un saludo mundial amigos y amigas.