El tiempo se ha detenido con estos curiosos abuelos de la calle de la Paloma que ya no es como, Burgos

El tiempo se ha detenido con estos curiosos abuelos de la calle de la Paloma que ya no es como era entonces. Había coches y yo siempre iba en autobús, y luego no pensaba en aparcar, sino en la hora de vuelta a casa con un montón de bolsas y encargos de madejas de lana.