Justo cuando acabé de recorrer el Paseo de la Isla, aquel día, y volví sobre mis pasos encontré la fuente ya en pleno funcionamiento. Acababan de dar las diez y ya funcionaba todo. Y así es normalmente como se puede ver un día cualquiera. Yo os he desvelado los secretos de esta magnífica y artística fuente porque la estaban limpiando y porque indagué en busca de su significado. Y espero que ahora lo entendáis mejor. Aunque, a lo mejor puede haber mejores explicaciones porque yo no soy docta en la materia, ni de las fuentes, ni de las piedras, ni de la mitología griega. Pero me he informado de forma básica en los libros y en las explicaciones de la fuente misma.
Lo que si es mío es el largo poema dedicado a Laura (que sufrí con todos los burgaleses y burgalesas su pérdida) y este es mi póstumo homenaje a ella y a su familia. En la próxima entrada lo expondré.