Buenos días Ángel: ...

CARMEN. Marcho una semanita para mi tierra (León), bueno hasta el domingo. Seguiremos hablando de todo lo referente a la pesca.

Un saludo.

ÁNGEL:
que lo pases bien pero llévate ropa de abrigo, que van a bajar las temperaturas. Aquí ahora está cayendo un buen aguacero. Una tupida cortina de agua nos ha caído y ahora ya llueve suave, pero el terreno está bien empapado ya.

Diviértete y da muchos paseos por el campo o la ciudad. Que yo creía que estabas en León. ¿Acaso vives en Madrid?

Saludos

CARMEN. Nací y viví en León hasta que empecé a trabajar. Me casé y vivo en ASTURIAS. Pero conservo mi tierra chica y voy todos los meses a dar una vuelta por mi pueblo.

Hasta la vuelta.

Buenos días Ángel:
ya te imagino en León, "tu tierra chica". Siempre creí, que escribías desde ahí, pero uno o una puede estar a muchísimos kilómetros de distancia y escribir de su tierra de una forma tan cercana. Has ido a una preciosa tierra también, mas al norte todavía, con más paisajes verdes y clima mas suave. Y no estás demasiado lejos tampoco.
Yo echo de menos mi tierra, pero sobre todo me gustaría retroceder en el tiempo y volver a aquella plaza llena de niños y niñas, que cuando nos fuimos se quedó desierta, en el día a día. En las fiestas, no; entonces la gente vuelve a rememorar tiempos pasados con tiempos actuales. Hay pueblos, como los míos, con mucha vida porque sus hijos se preocupan de ella. Que curiosamente, no viven ya de ella, la mayoría de la gente pero vuelven a disfrutar de sus paisajes.

Hace mucho tiempo que me he conformado en vivir mi tierra a través de los recuerdos. Y cuando vuelvo... disfruto por todo el tiempo que he pasado fuera. S

De hecho, durante mi juventud así lo hacia. Las horas que pasaba en mi pueblo se multiplicaban. Madrugaba y trasnochaba para atrapar todo el tiempo que me fuera posible. ¡Qué bonito era cuando acabada la fiesta, volvías a casa a ver cómo las nubes formaban extrañas figuras en el cielo! Le contaba a mi hermana todo lo que veía y ella me decía que la dejase dormir de una vez. ¡Pero si no sabemos cuando vamos a volver!. le decía.
"Yo no sé cuando volveré, pero a ti te faltará tiempo para acomodarte en el coche de los tíos (nuestros familiares) que vienen todos los fines de semana.

Era así, en cuanto podía, mi iba; de lo que me alegro pues mi tierra, para mi, también es única. Ni en una semana podría darme tiempo a ver de nuevo todos los parajes que tanto me gustaron mientras viví allí. La vida es como es y no como nos gustaría que fuera. Muchos de los lugares, ahora, serían unos perfectos desconocidos... Muchos fueron arrasados. ¿No tenía yo motivos para disfrutar tanto?

Nada mas ver la espesura del pinar que nos recibía, con los pinos que jalonaban la carretera como si fueran viejos conocidos que se abalanzaban sobre nosotros para aclamarnos..." ¡Ya vuelves otra vez, bien!".

Y ahora solo vuelvo cuando se muere alguien. Aquellos pinos tampoco viven ya.

Que disfrutes Ángel de tu León del alma.